Cansada de tanto gurú

Últimamente ando un poco cansada de tanto gurú de internet, ¿tú no? Por eso hoy con un poco de humor y desde el cariño voy a dedicar el artículo de la semana a despotricar un poco sobre el universo gurú que se está extendiendo como una plaga en internet. Y si logró salvarte de que inviertas tus ahorros en algún training milagroso que promete que ganarás tu primer millón de dólares en 4 meses, pues eso que me llevo 😉

¿Por qué me sale ahora la indignacion con los gurús?

Pues la semilla de este post ha nacido a raíz de que esta semana me llegó un email de un blogger al que sigo que recomendaba un curso online gratuito para hacer lanzamientos. Y yo pensé, «¡Qué interesante!, veamos qué tiene que decir este tipo sobre cómo hacer un lanzamiento de un producto en internet. Siempre hay algo nuevo que aprender.» Pero cuando empecé a ver los vídeos me di cuenta que sólo se trataba de un gurú más, explicando cómo él se ha forrado siendo gurú y cómo tú puedes hacer lo mismo. Porque el único tipo de producto o servicio que usaba como ejemplo era un calco de su modelo, servicios del tipo «Cómo tú también puedes convertirte en un gurú». Nada sobre cómo lanzar un producto de verdad, que realmente pueda aportarle algo a alguien. Qué lástima.

Esta semana también he soportado en mis carnes el lanzamiento al estilo gurú de un super training de otro blogger al que sigo. Un training carísimo en el que promete cosas que yo creo que realistamente uno no puede prometer a sus seguidores. Porque está obviando un millón de factores que han influido en su propio éxito a la hora de prometer que «con este training vas a poder hacer exáctamente lo que yo hago» y tener el mismo éxito que yo.

Y finalmente, también últimamente he lidiado con clientes que me piden cosas nada recomendables desde el punto de vista del diseño web o la usabilidad web, simplemente porque lo dice alguien (un gurú, sí, un gurú) que no tiene ninguna formación en la materia.

Esta semana los gurús me han tocado las narices así que he decidido compartir contigo mis claves para distinguir un buen gurú de un mal gurú, destapar a los gurús de pacotilla y darse cuenta que no todo lo que se afirma por ahí es cierto.

¿Cómo detectar a un gurú?

Un gurú es una persona que crea una marca en torno a si misma. Se posiciona como experta en un tema y se dedica a hacer difusión de sus conocimientos sobre ese tema. Consigue una amplia difusión y muchos seguidores convencidos y se convierte en una persona de referencia en un sector. Cuando logra un buen posicionamiento pasa a dedicarse profesionalmente más a la formación y a la difusión que a prestar el servicio en el que es experta.

Para ser un gurú tienes que saber mucho sobre un tema, aportar un ángulo o enfoque innovador al mismo y saber comunicarlo muy bien, creando escuela.

Hasta aquí nada reprobable, ¿no? Es que ser un gurú no es malo en si mismo, existen buenos gurús a los que merece la pena escuchar. Son los otros los que me preocupan. Así que vamos a ver cómo distinguirlos

Buen o mal gurú, ¿cómo los distingo?

Un buen gurú…

  • Realmente conoce la temática sobre la que habla, aporta datos y basa sus conocimientos en resultados de estudios y en años de experiencia.
  • Sabe que no tiene la verdad absoluta.
  • Ofrece cosas realistas.
  • Te enseña a hacer algo de verdad.
  • No tiene precios abusivos, porque realmente quiere compartir lo que sabe con el resto del mundo.

Un mal gurú…

  • Vende su técnica o su método como si fuera infalible y estrapolable a cualquier negocio, situación y personajes sin necesidad de adaptarlo a tus necesidades concretas.
  • Te dice que cualquiera puede conseguir los mismos resultados que él si aplica el mismo método.
  • Manda el mensaje de que ganar cantidades importantes de dinero en internet es muy fácil sin necesidad de trabajar demasiado.
  • Vende más su estilo de vida que su trabajo.
  • Promete resultados en poco tiempo.
  • Te enseña a replicar su método, es decir, a convertirte en un gurú.
  • Sus trainings o membresías tienen precios excesivos.

Lo que no te dice un mal gurú

  • Ningún método es infalible ni estrapolable a cualquier situación. Cada nicho de mercado requiere una especialización concreta, cada target pide una pesonalización diferente del mensaje y de las formas. Lo que funciona bien para vender coches no funciona bien para vender lavadoras. De la misma manera no es lo mismo vender un curso online técnico, que un servicio de coaching, cada producto tiene unas necesidades de marketing diferentes.
  • Muchos de estos personajes llevan en el mundo de internet más de 10 años ya. Posicionarse en internet hoy en día es mucho más difícil que hace 10 años. Así que ni en 10 años vas a lograr el mismo resultado que ellos siguendo el mismo método.
  • Ganar mucho dinero en internet no es fácil. Es bastante complicado. Solo algunas personas llegan a posicionarse como verdaderos gurús, aparecer en prensa y vender sus productos y servicios como churros. Lo logran porque tienen las habilidades, el carisma, los contactos, la inversión y el momentum que les han posibilitado llegar hasta ese lugar. No es posible que consigas los mismos resultados que los Beatles copiando lo que hacen. Si lo intentas, sólo lograrás ser una mediocre banda de versiones.
  • Si quiero aprender a ganarme la vida en internet y tú dices que sabes cómo hacerlo, ¿por qué no me enseñas cómo lo haces? Quiero ver resultados, estudios de casos, en qué basas tu método. No quiero verte con un zumo en una playa de algún país asiático de moda dándote a la buena vida. Fíjate y verás que ningún gurú de pacotilla habla de cosas serias, se dedica a contar lo bien que vive y a convencerte de que tú también puedes lograrlo. El «cómo», será siempre un misterio. Lo comprobarás suscribiéndote a sus blogs, después de un tiempo verás que el contenido es hueco y que nunca se habla de lo importante.
  • Conseguir seguidores en internet, aparecer en los resultados de búsqueda, requiere mucho curro y tiempo. Así que los resultados rápidos son imposibles a no ser que consigas una visiblidad extraordinaria con una aparición en prensa o en la televisión. Aún así, eso tendrá efectos temporales. Saber capitalizarlo y encauzarlo requiere una mano experta.
  • No todo el mundo puede ser un gurú. Si todo el mundo lo fuera, dejarían de existir los servicios y los productos de verdad. Todo el mundo estaría vendiendo y consumiendo humo. La burbuja de los gurús explotará, como han explotado tantas otras. Para que las cosas marchen bien, tiene que haber un equilibrio y los gurús están en la cúspide de la pirámide y siempre serán pocos.
  • No todo el mundo puede ser millonario, porque para que exista la gente millonaria tiene que existir la gente pobre. Porque cuantos más millonarios haya, más pobres son necesarios. Los recursos del planeta son limitados. No es posible un mundo en el que todo el mundo pueda tener la vida que prometen.
  • El único que se va a hacer millonario con su training en realidad es él. La mitad de la gente que lo compré, ni siquiera lo terminará cuando se vaya dando cuenta de que muchas de las cosas que propone no son aplicables a su realidad. De los que lo logren terminar e intenten ponerlo en marcha, la mayoría se darán contra una pared. Solo algunos, los más afortunados, lograrán convertirse en una buena banda de versiones del gurú de turno y seguir alimentando la rueda de la gurumanía a pequeña escala.

Los efectos secundarios de la gurumanía

Esta gurumanía nos deja con una desagradable resaca. Hoy proliferan los mini gurús que sin experiencia están enseñando a otros a hacer cosas que apenas saben hacer ni tienen pruebas de que funcionen. Internet está lleno de gente seria, trabajadora, que realmente sabe lo que hace y comparte altruísticamente sus conocimientos con los demás. Abre los ojos y no te dejes enganchar por el gurú de turno. Toda la información que necesitas está a tu alcance sin tener que pagar miles de euros.